Bea y Mario nos propusieron el reto de reformar la vivienda que había sido de sus padres para convertirla en su propio hogar, donde se sintieran cómodos y se identificara con sus gustos y estilo de vida.
La propuesta de Loft 26 consiste en articular toda la vivienda a partir de un espacio que fuera el corazón de la casa y su centro neurálgico, un gran salón- comedor-cocina de casi 54 m2 donde la pieza de la isla, junto con la mesa de comedor, fueran las grandes protagonistas de este espacio.