Fue un privilegio trabajar en este apartamento, construido en los años 60 y situado en un enclave espectacular. Belén y José María querían que el mar entrara en todos los rincones de este lugar de descanso, que fuera un sitio donde escaparse y respirar un continuo verano.
Con la premisa de meter el mar en todos los rincones de la casa, trabajamos en un concepto de vivienda diferente, muy abierta, donde los usos se solapan y conseguimos que desde todas las estancias se viera el mar.