EL PROYECTO
No a todo el mundo le gusta vivir en una vivienda convencional. Esta es la premisa de la que partíamos para reformar este adosado. Las personas especiales necesitan espacios especiales donde sentirse bien y poder habitar.
A Manuel, le propusimos dejar la planta baja diáfana, donde vivir el día a día: una zona donde ensayar, otra para cocinar, otra para la zona de estar, incluso un pequeño patio – jardín, donde salir a tomar el aire.
El resultado fue mágico: una piel de madera acompaña desde el acceso de la vivienda, y encierra todos los usos. Se apostó por un roble natural y se cuidó cada detalle para hacer de ésta una vivienda especial.